JAMES C. VAN HORNE
La tasa de rendimiento requerida para un proyecto de inversión debe ser la tasa que deja sin cambios el precio de mercado de las acciones. Si un proyecto de inversión obtiene más de lo que los mercados financieros requieren que obtenga por el riesgo involucrado, se crea valor. Las fuentes de creación de valor son el atractivo de la industria y la ventaja competitiva.Si los proyectos y propuestas de inversión existentes bajo consideración son similares respecto al riesgo, es apropiado utilizar el costo global de capital como criterio de aceptación.
El costo global de capital es un promedio ponderado de las tasas de rendimiento requeridas (costos) individuales de los diversos instrumentos con los que la empresa planea financiar.
El costo de la deuda puede obtenerse al encontrar la tasa de descuentos, que iguala el precio de mercado de una emisión de deuda con el valor presente del pago de intereses más el pago de principal y entonces ajustar el costo explícito obtenido para la deducibilidad de impuestos de los pagos de intereses.
El costo de las acciones preferentes es simplemente el rendimiento requerido por el mercado para estas acciones, o sólo el rendimiento sobre las acciones preferentes.
El componente del costo más difícil de medir es el costo de capital en acciones. Al utilizar un modelo de descuento de dividendos, este costo es la tasa de descuento que igual el valor presente de la corriente de futuros dividendos esperados con el precio de mercado de las acciones comunes. De forma alternativa, podemos estimar el costo del capital en acciones con el modelo de fijación de precios de activos de capital, o añadir una prima por riesgo al costo antes de impuestos de la deuda de la empresa.
Una vez que hemos calculado los costos marginales de los componentes individuales del financiamiento de la empresa, asignamos pesos a cada fuente de financiamiento y calculamos un promedio ponderado del costo de capital. Los pesos empleados deben corresponder con las proporciones con las que la empresa planea financiar.
La presencia de costos de emisión en el financiamiento requiere un ajuste en la evaluación de las propuestas de inversión. Un enfoque trata los costos de emisión del financiamiento como una adición al desembolso inicial de efectivo del proyecto. Un segundo enfoque exige un ajuste hacia arriba del costo de capital cuando están presentes costos de emisión. Es más apropiado hacer por costo de emisión el desembolso inicial de efectivo del proyecto y entonces utilizar el promedio ponderado del costo de capital “no ajustado” como tasa de descuento.
La clave para utilizar el costo global de capital como la tasa de rendimiento requerida de un proyecto, es la similitud del proyecto respecto al riesgo de los proyectos existentes e inversiones bajo consideración.
Cuando los proyectos de inversión, tanto existentes como nuevos, varían mucho respecto al riesgo, la utilización del costo global de capital de la empresa como criterio de aceptación no es apropiada. En tales casos, debemos determinar un criterio de aceptación para cada proyecto o grupo de proyectos de inversión bajo consideración.
Un medio para calcular la tasa de rendimiento requerida de un proyecto específico es identificar empresas negociadas públicamente cuya línea de negocios y riesgo sistemáticos estén estrechamente paralelos con el proyecto en cuestión. Estas empresas sirven como representativos para desarrollar la información de beta, que puede ser ajustada para el apalancamiento financiero. Una vez que se ha calculado una beta representativa, se puede determinar el rendimiento requerido sobre el capital en acciones. Si se emplea financiamiento por deuda, se calcula un promedio ponderado del rendimiento requerido para el proyecto, con base en las proporciones en que la empresa lo utiliza en su financiamiento.
La tasa de descuento ajustada al riesgo exige ajustar el rendimiento requerido o tasa de descuenta hacia arriba (hacia abajo) del costo global de capital de la empresa para proyectos o grupos que muestran un riesgo mayor (menor) que el riesgo “promedio”.
Un medio práctico para evaluar inversiones riesgosas es analizar el valor esperado y la desviación estándar de la distribución de probabilidades de los rendimientos posibles de una propuesta de inversión y, con base en esta información, tomar una decisión. Entre más grande la dispersión de la distribución, más grande el valor esperado que quizá será requerido por la administración. El problema con este enfoque es que el vínculo entre la decisión de inversión y la reacción anticipada del precio de las acciones, no son directas.
La solvencia depende del riesgo total de la empresa. Cuando la posibilidad de insolvencia de la empresa es real y potencialmente costos, la administración puede estar interesada en el impacto marginal de un proyecto de inversión sobre el riesgo total de la empresa.
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