La sociedad moldea nuestras creencias, valores y normas. Es interesante ver las perspectivas que tiene cada uno en relación a:
Uno mismo: dependiendo de la importancia relativa que cada uno conceda a autosatisfacerse se pueden ver consumidores “buscadores de placer” (consumirán más diversión, vacaciones, etc) o consumidores más conservadores (personas que vivieron tiempos difíciles y se fijarán más en lo que gastan a la vez que buscan más valor en sus compras).
Los otros: si se advierte que la gente quisiera vivir en una sociedad más humanitaria y se preocupa por el prójimo se presagia una tendencia para los productos de apoyo social que promueven relaciones entre personas (clubes, cruceros, actividades religiosas, etc).
Las organizaciones: ha habido una baja general en la lealtad hacia las organizaciones, mucha gente ve el trabajo como una obligación más que como una fuente de satisfacción. Mediante el marketing las empresas necesitan encontrar nuevas formas de recuperar la confianza de los consumidores y empleados.
La sociedad: generalmente la actitud social se ve reflejada en los patrones de consumo (alguien que quiere “abandonar” o no está de acuerdo con la sociedad constituye un importante mercado para las películas, música, campismo, etc.).
La naturaleza: el amor por la naturaleza ha generado un crecimiento en las actividades de excursionismo, navegación y pesca. Los negocios responden a esto con botas, carpas y otros equipos. Los comunicadores de marketing también utilizan muchos paisajes en sus anuncios.
Otras características culturales que interesan a los mercadólogos son:
Alta persistencia de los valores culturales centrales: los mercadólogos tienen pocas posibilidades de modificar las creencias y los valores centrales aunque sí pueden influir sobre los valores secundarios. (Ej.: haciendo marketing puede llegar a promoverse el casamiento a una edad más madura, pero no podrá promoverse que la gente no se case).
Existencia de subculturas: son grupos con valores compartidos que surgen de sus experiencias o circunstancias de vida especiales. Al exhibir diferentes deseos y comportamientos de compra, los mercadólogos pueden escoger subculturas como mercados meta.
Cambios en los valores culturales secundarios al paso del tiempo: la aparición de determinadas modas (hippies), artistas, etc., trae aparejado un impacto sobre el estilo de peinado, indumentaria, etc. Los mercadólogos tienen un intenso interés en detectar estos cambios culturales que podrían atraer nuevas oportunidades o riesgos de marketing.
Uno mismo: dependiendo de la importancia relativa que cada uno conceda a autosatisfacerse se pueden ver consumidores “buscadores de placer” (consumirán más diversión, vacaciones, etc) o consumidores más conservadores (personas que vivieron tiempos difíciles y se fijarán más en lo que gastan a la vez que buscan más valor en sus compras).
Los otros: si se advierte que la gente quisiera vivir en una sociedad más humanitaria y se preocupa por el prójimo se presagia una tendencia para los productos de apoyo social que promueven relaciones entre personas (clubes, cruceros, actividades religiosas, etc).
Las organizaciones: ha habido una baja general en la lealtad hacia las organizaciones, mucha gente ve el trabajo como una obligación más que como una fuente de satisfacción. Mediante el marketing las empresas necesitan encontrar nuevas formas de recuperar la confianza de los consumidores y empleados.
La sociedad: generalmente la actitud social se ve reflejada en los patrones de consumo (alguien que quiere “abandonar” o no está de acuerdo con la sociedad constituye un importante mercado para las películas, música, campismo, etc.).
La naturaleza: el amor por la naturaleza ha generado un crecimiento en las actividades de excursionismo, navegación y pesca. Los negocios responden a esto con botas, carpas y otros equipos. Los comunicadores de marketing también utilizan muchos paisajes en sus anuncios.
Otras características culturales que interesan a los mercadólogos son:
Alta persistencia de los valores culturales centrales: los mercadólogos tienen pocas posibilidades de modificar las creencias y los valores centrales aunque sí pueden influir sobre los valores secundarios. (Ej.: haciendo marketing puede llegar a promoverse el casamiento a una edad más madura, pero no podrá promoverse que la gente no se case).
Existencia de subculturas: son grupos con valores compartidos que surgen de sus experiencias o circunstancias de vida especiales. Al exhibir diferentes deseos y comportamientos de compra, los mercadólogos pueden escoger subculturas como mercados meta.
Cambios en los valores culturales secundarios al paso del tiempo: la aparición de determinadas modas (hippies), artistas, etc., trae aparejado un impacto sobre el estilo de peinado, indumentaria, etc. Los mercadólogos tienen un intenso interés en detectar estos cambios culturales que podrían atraer nuevas oportunidades o riesgos de marketing.